El sueño y la fatiga, enemigos letales

Image

La fatiga es una sensación de agotamiento, de cansancio o de somnolencia debida a la falta de sueño, a una actividad física o mental prolongada o a largos periodos de estrés o de angustia. Las tareas molestas o repetitivas pueden intensificar el sentimiento de fatiga.

Resulta complicado determinar los efectos de la fatiga sobre las tasas de accidentes o incidentes en el medio laboral. No obstante, los estudios realizados revelan los siguientes efectos:

–          Reducción de la capacidad para tomar decisiones.

–          Disminución de la capacidad para realizar actividades de compleja planificación.

–          Reducción de la capacidad de comunicación.

–          Menor nivel de atención y vigilancia.

–          Reducción de la capacidad para dominar el estrés laboral.

–          Reducción de la capacidad de reacción tanto física como mental.

–          Pérdida de memoria o dificultad para recordar detalles.

–          Incapacidad para mantenerse despierto (por ejemplo, dormirse al volante).

–          Mayor tendencia a aceptar riesgos.

–          Mayor distracción.

–          Aumento de errores de apreciación.

–          Incremento de bajas por enfermedad, absentismo.

–          Aumento de costes de cuidados médicos.

–          Incremento de las tasas de accidentes.

La necesidad de descanso y de sueño varía de una persona a otra, pero los estudios indican que se requiere de media al menos entre 7,5 y 8 horas de sueño diario. Los consejos siguientes pueden facilitar un sueño reparador:

  1. Crea un “ritual” para acostarse. Acuéstate y levántate todos los días a la misma hora.
  2. Haz ejercicio regularmente.
  3. Utiliza la cama solo para dormir, evita leer, trabajar, ver la televisión, etc.
  4. Si no logras dormirte, no lo intentes. Levántate y lee, realiza una actividad tranquila.
  5. No tomes cafeína, tabaco o alcohol antes de acostarte.
  6. Procura mantener tu habitación oscura, silenciosa y fresca. Si no es posible evitar el ruido utiliza tapones.
  7. Adopta buenas costumbres alimentarias. Come al menos tres veces al día con dieta variada. Durante las pausas toma alimentos con poca grasa y fáciles de digerir que te aporten energía, como leche, cereales, fruta fresca, yogur, queso fresco, etc.
  8. No te acuestes con el estómago vacío o inmediatamente después de una cena copiosa. Si sientes hambre toma un refrigerio bajo en grasa.

Según el Ministerio de Recursos Humanos y de Empleo de Alberta (Canadá) la mayoría de los accidentes suceden en los momentos en que las personas están más predispuestas a dormir; entre medianoche y las 6 de la mañana y al mediodía, entre las 13 y 15 horas. Se ha comprobado la relación entre algunos accidentes mayores y la falta de sueño, como el desastre del petrolero Exxon Valdez o el accidente de la central nuclear de Chernobyl.

 

Bibliografía: Revista “Prevención express” editada por la Asociación para la Prevención de Accidentes. Julio 2005

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *