Por Alberto Cuesta
El mundo del automóvil es muy fluctuante en lo relativo a nuevas inversiones. Los períodos de gran actividad van de seguidos de fases de calma a la espera de la siguiente “ola”. El secreto está en saber adaptarse a estos ciclos, manteniendo la necesaria solvencia técnica y económica.
En el anterior ciclo expansivo los períodos de calma eran relativamente cortos para empresas como ASAS que han sabido ganarse una amplia cartera de clientes. Cuando un cliente disminuía inversiones era otro el que las comenzaba. Sin embargo, en la actual situación de crisis en Europa y deceleración del crecimiento a nivel mundial, algunos fabricantes han decidido congelar sus inversiones. El efecto es que la sucesión de olas no es tan continua como en el pasado y esta ralentización afecta especialmente a los fabricantes de gama media, con elevados volúmenes de producción que requieren transporte totalmente automatizado en sus plantas (sistemas en los que ASAS es especialista).
Durante el año 2012 ASAS ha gozado de una amplia cartera que ha sabido ejecutar con buenos resultados tanto en lo económico como en el grado de satisfacción de sus clientes. Sin embargo las grandes inversiones realizadas por empresas como AUDI en 2012 en su nueva factoría de Györ están decayendo, sin que exista una nueva gran inversión a corto plazo en Europa, a la espera de que los fabricantes de gama media (OPEL, FORD, RENAULT, etc) retomen sus niveles inversores de antaño. Sin embargo, en otras áreas geográficas se prevén importantes inversiones a corto y medio plazo incluso de fabricantes “premium”. Hasta hace poco estos fabricantes no se planteaban la posibilidad de sacar la producción fuera de sus factorías históricas en Europa, pero el gran aumento de la demanda de vehículos de alta gama en mercados emergentes les está llevando a variar esta filosofía e invertir en nuevas factorías fuera de Europa.
Ante esta situación ASAS comenzó hace tiempo a desarrollar una estrategia de diversificación geográfica de mercados. Por un lado se ha abierto una oficina en Brasil con la idea de aprovechar el gran conocimiento técnico de ASAS para colaborar en el desarrollo que el sector de la automoción está experimentando en este país. Por otro lado se están explorando posibilidades para acompañar a nuestros clientes habituales en los nuevos proyectos de inversión en países emergentes. Todo lo anterior se hace sin abandonar nuestros mercados tradicionales en los que la experiencia y capacidad técnica de ASAS es apreciada por unos clientes que, más temprano que tarde, retomarán la senda inversora para mantenerse a la cabeza en la interminable carrera de innovación que significa el mercado del automóvil.
En todos los casos, la filosofía de mejora continua y optimización de costes se debe continuar aplicando tanto en los proyectos “domésticos” como en los nuevos mercados, con el fin de mantener a ASAS en el selecto, y cada vez más reducido, grupo de empresas con la suficiente capacidad tanto tecnológica como de gestión para realizar los grandes y cada vez más complicados proyectos de manutención que la industria demandará en el futuro.