Juan Rey Cuervo es ingeniero eléctrico, tiene 26 años y, entre otras muchas cosas, toca la trompeta. Trabaja en Marruecos con el Grupo ISASTUR desde hace más de medio año.
La movilidad laboral parece inevitable para los profesionales de tu generación ¿Te costó dar el paso de salir de España?
La verdad es que dar el paso para salir de España no me costó demasiado. Al fin y al cabo, ya durante los últimos años de estudios creo que toda mi generación tenía claro que a los nuevos ingenieros muy probablemente nos iba a tocar trabajar fuera de España, por lo que de alguna manera ya no te coge de sorpresa. Además, a mí me tocó en un momento en el que realmente tenía ganas de una experiencia así.
¿Crees, en este sentido, que la mentalidad profesional va cambiando y que la movilidad se va admitiendo cada vez más como un requisito normal?
En el caso de los ingenieros (por la parte que me toca) creo que sí. Todos somos conscientes de que ahora mismo la mayor parte del trabajo está en el exterior y, como dije antes, ya no coge a nadie por sorpresa. Por lo tanto, creo que sí, que se ha normalizado.
Los recientes sucesos de Túnez y el aumento del terrorismo relacionado con el radicalismo islámico ¿pueden ser un problema para seguir haciendo negocios en esos países?
Desde mi punto de vista sí, sin ninguna duda. La estabilidad es muy importante para el desarrollo de cualquier país. La llegada de nuevas empresas y profesionales del extranjero se complicaría si no tienen garantizada la seguridad.
¿Se trabaja con miedo?
Yo por lo menos no. En el día a día estás muy ocupado, porque hay muchas cosas que hacer y no te paras a pensar mucho en estas cosas. Es cierto que intento evitar sitios con grandes aglomeraciones de gente, pero poco más. Tampoco hay que volverse loco. Al fin y al cabo el peligro puede aparecer en cualquier sitio, no es sólo un riesgo de los países islámicos.
El Grupo ISASTUR trabaja desde hace años en Marruecos y Argelia ¿Cómo crees que se nos valora en esos países?
Pues creo que bien. La jefa de proyecto de la ONEE (Oficina Nacional de la Electricidad y el Agua Potable de Marruecos) para la subestación que ISASTUR ya realizó en Tazarte me recuerda de vez en cuando su satisfacción con la forma en que se realizaron los trabajos, y muchas de las empresas que han trabajado con nosotros quieren repetir, así que debemos pensar que se hicieron las cosas bien.
¿Dónde están ahora los sectores de futuro para seguir trabajando en el norte de África?
Ahora mismo, en el sector de la energía parece que Marruecos se ha decidido a apostar por las energías renovables. Por ejemplo, en estos momentos están realizando también una fuerte inversión en un complejo termosolar en Ouarzazate. Y para este año está previsto el anuncio de medidas destinadas al despliegue de la energía fotovoltaica, por lo que empezarán a sacarse a concurso público varias plantas.
¿Qué obras del Grupo ISASTUR están en marcha ahora mismo en esa zona?
En Marruecos estamos realizando el diseño, suministro, montaje y puesta en servicio de dos subestaciones eléctricas. También en Marruecos, y más concretamente en Chichaoua y Azilal, se continúan realizando proyectos de electrificación englobados en el PERG (Programa de Electrificación Rural Global), además de la red de media tensión y alumbrado de viales de polígonos industriales y barrios residenciales en Had Soualem.
¿Cuál crees que es el valor añadido del Grupo ISASTUR?
La experiencia y la capacidad de adaptación. Son ya muchos años de actividad, y su crecimiento y expansión por el mundo no son casualidad. Para poder afianzarse en tantos países y conseguir que muchos clientes depositen en ISASTUR su confianza tiene que haber detrás buenos profesionales. También merecen valorarse los esfuerzos de ISASTUR en Calidad y Seguridad.