Las emisiones de carbono de Google han aumentado un 48% en cinco años debido al auge de la inteligencia artificial (IA), evidenciando uno de los principales problemas del fulgurante desarrollo de esta tecnología: su voraz consumo de energía.
Para saber más sobre el tema hemos recurrido a… ¡la inteligencia artificial! y le hemos preguntado a Chat GPT ¿por qué consume tanta energía la inteligencia artificial?. Esta es su respuesta:
El consumo elevado de energía en la inteligencia artificial (IA) se debe a varios factores clave:
Entrenamiento de modelos:
Volumen de datos: Los modelos de IA, especialmente los de aprendizaje profundo (deep learning), requieren grandes volúmenes de datos para entrenarse. Procesar y aprender de estos datos implica una enorme cantidad de cálculos.
Computación intensiva: El entrenamiento de modelos avanzados implica realizar millones o incluso miles de millones de operaciones matemáticas. Esto demanda un uso intensivo de hardware especializado como las unidades de procesamiento gráfico (GPU) y, más recientemente, las unidades de procesamiento tensorial (TPU).
Infraestructura de hardware:
Hardware especializado: Las GPUs y TPUs, diseñadas específicamente para el procesamiento paralelo requerido por los modelos de IA, consumen mucha más energía que las CPUs convencionales.
Centros de datos: Los grandes modelos de IA se entrenan en centros de datos que necesitan mantener tanto el hardware como los sistemas de refrigeración, incrementando aún más el consumo energético.
Operación continua:
Inferencia en tiempo real: Muchos sistemas de IA necesitan realizar inferencias en tiempo real, como en asistentes virtuales, sistemas de recomendación, y vehículos autónomos. Esto requiere que los modelos se ejecuten continuamente, lo cual consume energía de manera sostenida.
Escalabilidad: Los servicios de IA a menudo deben escalarse para atender a millones de usuarios simultáneamente, lo que multiplica el consumo de energía.
Optimización y repetición:
Pruebas y validación: El proceso de desarrollo de modelos incluye múltiples ciclos de prueba, validación y ajuste de hiperparámetros, lo que incrementa el tiempo y los recursos computacionales necesarios.
Actualizaciones y mantenimiento: Los modelos a menudo se reentrenan con datos nuevos para mejorar su precisión y relevancia, lo cual implica ciclos adicionales de consumo energético.
Algoritmos y arquitectura:
Complejidad de los modelos: Los modelos más avanzados y precisos, como los transformadores utilizados en procesamiento de lenguaje natural (NLP), son extremadamente complejos y requieren mucha más computación.
Optimizaciones: Aunque existen esfuerzos para optimizar algoritmos y reducir el consumo energético, muchas de las técnicas más eficientes aún están en desarrollo o no se han implementado ampliamente.
En resumen, el alto consumo de energía de la IA es resultado de la combinación de la necesidad de grandes volúmenes de datos, cálculos intensivos, infraestructura especializada y operaciones continuas. A medida que la tecnología avanza, también se están desarrollando métodos y estrategias para mejorar la eficiencia energética de los modelos de IA.
+INFO https://ojoalclima.com/articles/por-que-consume-tanta-energia-la-inteligencia-artificial