UNA OPORTUNIDAD BIEN GESTIONADA

Alejandro Sánchez Menéndez. Director General de Producción del Grupo ISASTUR.

Lo que no nos mata nos hace más fuertes. En términos generales, esta es la frase que resume la filosofía que nos obliga a adaptarnos a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades del mercado. Lo que hasta hace poco alguien llamó “leyendas urbanas” para referirse a quienes se iban de Asturias o de España para poder trabajar, es una realidad que crece. Hace no mucho tiempo resultaba muy complejo gestionar estos desplazamientos, mantener alta la moral de los trabajadores y explicar que esa expatriación obligada no era un capricho, sino una necesidad.

Dentro del Grupo ISASTUR existen empresas con dilatada trayectoria en la ejecución de proyectos de proyección internacional. La gestión de recursos humanos del Grupo para estos casos fue siempre la de procurar una cuidada selección del personal desplazado, así como proporcionar buenas propuestas y condiciones de trabajo. Sin embargo, el diálogo no siempre era fluido. Lo habitual era encontrar objeciones, tratar de imponer condiciones desorbitadas a la empresa o, incluso, el rechazo a la movilidad en casos extremos. En los viajes y visitas de trabajo que se realizaban  a cada obra se constataba un gran deseo de volver a España, a Asturias, a “casa”. Esa incomodidad no beneficia ni a la empresa, ni al trabajador, ni al resultado del proyecto.

Pero las cosas van cambiando con rapidez. Hemos conseguido hacer bueno el proverbio del principio porque la coyuntura económica adversa ha sido entendida por el Grupo ISASTUR como una oportunidad. ¿Qué hemos hecho? La Dirección del Grupo ha convertido en un objetivo estratégico  acometer los cambios estructurales y promover la mentalidad necesaria para transmitir esta nueva realidad empresarial a todos los trabajadores implicados en proyectos internacionales.  Han sido varios los departamentos, desde el Comercial hasta los de Servicios (Compras, Prevención, RRHH, Administración…) los que han reordenado su enfoque hacia las nuevas necesidades. Como consecuencia, el personal de producción encara los nuevos retos y proyectos en el extranjero con la información y el soporte adecuados, lo que se ha traducido en resultados positivos inmediatos. Lo que antes era un problema, se ha convertido en una oportunidad.

El resultado de esta acción es la disponibilidad de nuestros empleados para acometer proyectos internacionales, además de aumentar la satisfacción de las personas desplazadas. A pesar de la distancia y de las dificultades inherentes a cada proyecto, el ambiente ha cambiado. Lejos de la dura crisis que vive España, los equipos de trabajo del Grupo ISASTUR en el extranjero no pierden de vista sus raíces pero dedican sus esfuerzos a sacar adelante el trabajo con calidad que nos caracteriza.

Quizá se haya dado un paso de no retorno: las próximas generaciones no estudiarán, ni trabajarán, ni  se jubilarán en Asturias o en España. Quizá la crisis haya dado el impulso definitivo para vencer reticencias históricas a salir de nuestra región;  ahora a las empresas les toca saber canalizarlo adecuadamente.

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