La protección individual es la última barrera existente entre el riesgo y el trabajador y la última técnica a emplear ante los riesgos laborales.
Antes de acudir a la utilización de un Equipo de Protección Individual, se deben evaluar los riesgos y adoptar las medidas de seguridad adecuadas, utilizando protecciones colectivas que eviten el riesgo.
Cuando ésto no sea posible, es cuando se acude , como último recurso, a la protección individual que, en muchos casos, puede ser un complemento a la protección colectiva.
Deberemos tener presente que:
Los equipos de protección individual no eliminan el riesgo ni evitan el accidente, pero sí disminuyen las consecuencias que puedan causar éstos.
En el siguiente esquema se puede observar cómo la protección individual se encuentra en la última fase de la protección frente a la posible lesión.