Cuando se realizan trabajos en las proximidades de zonas en tensión, habrá que considerar no sólo el riesgo de contacto eléctrico con partes activas, sino también la posible formación de arcos eléctricos por cortocircuito.
Hay que tener presente que ISASTUR trabaja generalmente en centros en donde la potencia de cortocircuito es muy elevada, de ahí que los arcos eléctricos que pueden producirse, sean de una gran magnitud.
Del total de accidentes eléctricos que se producen, la mayoría son debidos a un arco eléctrico accidental.
El aire a la temperatura normal es aislante, porque los elementos que lo forman (átomos y moléculas), son neutros, y solamente alcanza a ser conductor cuando se ioniza, es decir, cuando por determinados medios de aportación de energía (calor, radiación ultravioleta, etc.), se forman en su seno electrones e iones libres, o sea, los dos portadores de la electricidad.
Pero esta ionización, por lo general, es insuficiente para sostener la conducción a través del aire, es decir, para que se produzca el arco eléctrico, teniendo que existir una diferencia de potencial entre conductores o entre conductor - masa y una extracción de electrones libres de conducción del conductor, ya sea por efecto termoiónico (energía necesaria para salvar la barrera de potencial) o por emisión de campo eléctrico (alta tensión).
Por efecto, generalmente de una corriente eléctrica elevada (cortocircuito), en los conductores eléctricos se alcanzan elevadas temperaturas que provocan el efecto termoiónico y la ionización del aire que los circunda, dando lugar al arco eléctrico que eleva la temperatura del medio donde se ceba, alcanzando temperaturas de 4.000ÂșC.
Se sabe que el 50% de la energía del arco eléctrico se absorbe en el calentamiento del aire circundante, el 40% irradia, y el resto es absorbida por la fusión de las piezas metálicas afectadas por el arco eléctrico.
El arco eléctrico produce radiaciones ultravioletas, infrarrojas y visibles.
Ésto confirma la necesidad de utilizar gafas inactínicas sin pérdida de la visión, con objeto de absorber las radiaciones y proteger los ojos contra las posibles salpicaduras de partículas metálicas, como el cobre, que al fundirse se proyecta violentamente.
Asimismo, la utilización de pantallas faciales y guantes de cuero como elementos de protección, es obligada, ya que al producirse un cortocircuito, estos equipos actúan absorbiendo parte del calor, dado que la duración del arco no sobrepasa el tiempo de un segundo.
La ropa de trabajo de los electricistas y operadores eléctricos será resistente al calor, de tal manera que la temperatura del arco accidental no la inflame, desaconsejándose la ropa acrílica y recomendándose la de algodón o fibras artificiales resistentes al fuego.
Las comprobaciones de tensión en caso de avería, reparación, etc, deben ser consideradas como un trabajo con tensión, por lo que se utilizarán los elementos de protección anteriormente descritos.