Los trabajos que se realizan en líneas eléctricas aéreas (generalmente de entrada y salida a subestaciones), presentan riesgos por fenómenos de inducción de unas líneas sobre otras.
Cuando se está realizando un trabajo en una línea aérea en la que previamente se ha hecho el descargo, debe verificarse que efectivamente existe ausencia de tensión y que las tierras han sido colocadas a ambos lados de la zona de trabajos, ya que la existencia de líneas en explotación, próximas a la que está en descargo, puede inducir tensiones peligrosas (tensiones inducidas) en ésta, con el consiguiente peligro de electrocución.