Hemos señalado anteriormente a la intensidad de corriente como el principal causante de los accidentes por electrocución, sin embargo no se puede hablar exclusivamente de valores de intensidad sin relacionarlos con el tiempo de paso por el cuerpo humano.
La influencia del recorrido de la corriente en sus consecuencias, es debida a la importancia de los órganos a quienes afecta la corriente a su paso.
Así todos aquellos recorridos que interesan al tórax o a la cabeza son más graves que los demás.
Como ejemplo de los recorridos más peligrosos se pueden mencionar:
Si bien la mayoría de las instalaciones se realizan en corriente alterna, vamos a considerar también la posibilidad de existencia de corriente continua.
a) Corriente alterna
Dado que una de las características tecnológicas de la corriente eléctrica es la frecuencia, la superposición de la frecuencia al ritmo nervioso y circulatorio produce una alternación que se traduce en espasmos, sacudidas y ritmo desordenado del corazón (fibrilación ventricular).
Según la frecuencia de la corriente podemos decir que las altas frecuencias son menos peligrosas que las bajas, llegando a ser prácticamente inofensivas para valores superiores a 100.000 Hz (produciendo sólo efectos de calentamiento sin ninguna influencia nerviosa), mientras que para 10.000 Hz. la peligrosidad es similar a la corriente continua.
b) Corriente continua
En general no es tan peligrosa como la alterna aunque puede llegar a producir los mismos efectos con mayor intensidad de paso y mayor tiempo de exposición.
Su actuación es por calentamiento aunque puede llegar a producir un efecto electrolítico en el organismo que puede generar riesgo de embolia o muerte por electrólisis de la sangre.
Los efectos más graves son los producidos por la corriente continua rectificada.