Dado que los electricistas pueden verse afectados por la elevada temperatura del arco eléctrico accidental, en sus trabajos o maniobras, su ropa de trabajo deberá ser ignífuga.
La ropa de trabajo deberá poseer una capacidad de aislamiento térmico y una resistencia mecánica adecuada a las condiciones normales de uso.
Deberá también poseer un grado de inflamabilidad correspondiente al tipo de riesgo asociado a las previsibles condiciones de uso y no debe fundir si se expone a una llama, ni contribuir a su propagación.
Cuando se realizan trabajos en emplazamientos con riesgo de incendio o explosiones, este tipo de ropa debe ser ademas antiestática.